Descripción
Los expertos en dermatología resaltan la transformación positiva que la composición del agua marina puede tener en la piel. En situaciones de afecciones cutáneas como psoriasis o acné, el agua marina puede marcar una diferencia significativa. De hecho, es esencial señalar que el agua de mar contiene un compendio de vitaminas, sales minerales, oligoelementos y aminoácidos que fomentan la regeneración de la piel. En el caso de heridas, minerales como el zinc, yodo, azufre, calcio y flúor impulsan el proceso de cicatrización. Cuando se trata de acné, las propiedades antibacterianas de la sal marina, combinadas con la acción secantes del sol con protección, contribuyen gradualmente a la disminución de espinillas y puntos negros.
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